La contaminación acústica es uno de las principales formas de contaminación que preocupan a las sociedades desarrolladas. En las grandes aglomeraciones urbanas, la contaminación por ruido es uno de los principales problemas a los que se enfrentan las corporaciones municipales.
Acusttel, como consultoría acústica altamente especializada, ofrece tanto soluciones para su evaluación, conocimiento del panorama acústico actual, como herramientas para mejorar las estrategias y políticas de reducción de la contaminación acústica.
El ruido es un depredador ambiental perfecto, ya que no deja rastros físicos ni tangibles. Además, su presencia se reduce al momento de su aparición, sin permanencia en el tiempo, haciendo que tanto su evaluación como las estrategias de reducción de ruido, incluso las posibles sanciones administrativas derivadas por contaminación acústica exijan un tratamiento complicado y un nivel de formación de los actores intervinientes alto y con una base experimental muy completa.
La contaminación acústica, un problema real
“Pero, ¿qué puede hacernos el ruido?” – se preguntan muchas personas cuando el debate de la contaminación acústica sale a la mesa. El ruido, en diversas intensidades y formas, está tan presente en nuestras vidas que simplemente, en muchas ocasiones, nos hemos acostumbrado a soportarlo – y provocarlo, de forma inconsciente.
De forma consciente o inconsciente todos somos productores y receptores de la contaminación acústica. Somos productores cuando, por ejemplo, conversamos en la calle a un volumen alto y en horas de descanso, cuando accionamos el claxon en nuestro vehículo, cuando ponemos la televisión o el equipo de música excesivamente alto en nuestras casas o simplemente cuando nuestra actividad cotidiana se enfrente, en determinados momentos, a periodos de descanso de nuestros vecinos.
A su vez somos “sufridores” y receptores de ruido cuando, por ejemplo, hay gente en la calle a altas horas de la noche hablando en voz alta, nuestro vecino pone el volumen de su TV muy alto o cuando queremos descansar durante el día y la actividad urbana no nos lo permite.
Acusttel lleva ofreciendo soluciones en éste ámbito a muchas empresas y entidades públicas
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha manifestado su preocupación por los efectos del ruido en la salud de los ciudadanos, debido a que provoca una gran cantidad de problemas de salud. El ruido es el segundo factor medioambiental más perjudicial, sólo por detrás de la contaminación atmosférica.
Cómo afecta el ruido a las personas
- Ansiedad y problemas asociados
- Aumento de los niveles de estrés
- Depresión, irritabilidad extrema
- Alteración de frecuencias cardíacas y respiratorias
- Nacimientos y partos prematuros
- Pérdida de audición parcial o total
- Sueño escaso y perjudicado
- Y muchas otros problemas…
¿Qué ruidos son peligrosos?
Entendiendo el ruido como cualquier sonido no deseado y citando otra vez a la OMS – referente en la sanidad mundial – el ruido es cualquier tipo de sonido superior a 65 decibelios (dB) por el día, o a 55 dB por la noche. Sin embargo, las recomendaciones al respecto del ruido van más allá.
El tráfico rodado – los coches, motos, en general los vehículos urbanos – es uno de los mayores productores de ruido y, según los expertos, no debería superar los 53 dB y 45 dB por el día y noche respectivamente. El ruido proveniente de otras formas de contaminación, debemos ser más exigentes y deben estar limitado a 45 dB durante el día y 40 dB por la noche.
Con estos datos sobre la mesa, vamos a destacar uno de los aspectos más preocupantes. El ruido de las actividades de ocio y tiempo libre en las urbes supera ampliamente estos números, con una media, en ocasiones, de 70 dB durante las 24 horas del día. Según profesionales de la salud, esto está teniendo repercusiones graves tanto a medio como largo plazo.
En los países pertenecientes a la UE, un 20% de los ciudadanos están expuestos a altos y preocupantes niveles de contaminación acústica procedente del tráfico interurbano.
¿Cómo combatir la contaminación por ruidos?
Por reglamento europeo, todas las grandes ciudades deben crear un mapa de ruido para informar a sus ciudadanos. En España, por suerte, todas las metrópolis cumplen con esta normativa acústica.
Sin embargo, no es suficiente, es básico contar con un diagnóstico de la contaminación acústica de nuestro municipio pero no es menos importante que la corporación municipal desarrolle estrategias y políticas activas de reducción de la contaminación acústica a través de los planes de acción correspondientes con actuaciones a corto, medio y largo plazo. Estas acciones deben estar monitorizadas por un equipo experto multidisciplinario en la corporación, policía seguridad ciudadana, medio-ambiente y urbanismo entre otros y asesorados por especialistas en ruido y vibraciones que puedan aportar su experiencia y conocimiento. Los ayuntamientos de ciudades medianas y pequeñas son los que más poder tienen para cambiar las cosas.
La gestión del ruido corresponde al ámbito municipal, son los ayuntamientos quienes determinan los distintos niveles de actuación, los que fiscalizan las actividades potencialmente contaminantes por ruido en su municipio y por competencia, así como responsables del diseño y ejecución de planes que eviten la exposición de ciudadanos a altos niveles de ruido.
Los ayuntamientos e instituciones autonómicas y locales, junto a consultorías acústicas con experiencia en grandes actuaciones, son la posibilidad más real para combatir el grave problema que supone la contaminación acústica. Barreras acústicas, creación de zonas silenciosas, implementación de pavimentos insonorizantes, declaración de zonas Z.A.S,una correcta supervisión de nuevas licencias de actividades y el seguimiento de las existentes, etc,.. son, a rasgos generales, entre muchas posibles medidas, son las que nos pueden prevenir de sufrir los impactos del ruido.